Emmerich destruye la Tierra (otra vez) en ‘Moonfall’

Es el rey del cine de catástrofes. Su carrera, prolífica y muy taquillera, casi parece un extenso catálogo de formas en que la Tierra podría destruirse. A saber: una invasión alienígena (Independence Day), un monstruo inmenso (Godzilla), una profecía apocalpíptica maya (2012), el propio cambio climático (El día de mañana)… Ahora, en Moonfall -que se estrena ya en nuestros cines- la amenaza es aún más impredecible: ¿la Luna?

Por una misteriosa fuerza, el único satélite natural de nuestro planeta se ha salido de su órbita. Según los cálculos de los científicos, su nuevo rumbo va a producir un choque inminente. Y si éste se produce, significaría el fin de la humanidad. Para evitar la extinción, un grupo de astronautas dejan atrás a sus familias y llevan a cabo una misión desesperada. ¿Conseguirán aterrizar en la superficie de la Luna? Como siempre en el cine del veterano realizador alemán (1955), encontramos impresionantes escenas de acción, efectos visuales, una narración ágil, ciudades convertidas en cenizas (y pedazos de monumentos icónicos como el Chrysler de Nueva York) y un reparto coral. Los dos astronautas protagonistas son Halle Berry (Oscar por Monster’s Ball) y Patrick Wilson (Expediente Warren). Los acompaña un teórico conspiranoico, el primero que advirtió del peligro: John Bradley, conocido como Sam en Juego de Tronos.